Ramón García Invertia.com
La deuda de España ha subido un 35% en poco más de un año, aunque todavía no representa el 60% del PIB que exige Maastrich. Entonces, ¿por qué tanto revuelo? El Estado, o sea, todos, debe 470.000 millones; su vida media es de 6,5 años, franceses y chinos son sus principales inversores extranjeros y el 45% de la deuda la tenemos con nosotros mismos, los españoles. Datos aceptables en comparación siempre y cuando la economía española tire y podamos devolver lo que nos han prestado.
465.992 millones deben los españoles a sus acreedores, un 35% más que 2008. Sólo en enero se han emitido 17.900 millones de euros y el ratio deuda/PIB se situó en 2009 en el 55,2%, 20 puntos por debajo de la media de la zona euro (78,2%). Un porcentaje que todavía da margen a España para acercarse al 60% que marca de tope el Tratado de Maastrich. Entonces, ¿por qué preocupa tanto la deuda española?
“El problema real es la capacidad de devolución, la deuda está muy ligada a las perspectivas de crecimiento de tu economía” asegura el socio director de Finagentes, Alexis Ortega. “Nos encontramos con países constreñidos por el euro: su competitividad ha caído, no van a crecer y no pueden devaluar su moneda; están atrapados por el euro”, remarca el experto. Hay que recordar que España aún sigue en recesión, ya que en el último trimestre de 2009 el PIB cerró con un descenso intertrimestral del 0,1% hasta alcanzar el -3,1% en el año.
“El mercado pide a España, como ha hecho con Grecia, medidas y reformas que demuestren que van a crecer para poder pagar su deuda, no tanto una reducción de la deuda, porque su volumen tampoco es tan alto en comparación con otros”, según Ortega.
El estratega en España de Citigroup, José Luis Martínez Campuzano cree que “lo suyo es que vaya reduciéndose el déficit público y para ello son necesarias políticas para recortarlo, todavía se necesitarán unos 5 años para ver resultados a este respecto”.
Las previsiones de Economía apuntan a una deuda pública del 65,9% del PIB este año y del 71,9% en 2011, para llegar al máximo del 74,3% en 2012 y empezar a reducirse levemente, hasta el 74,1%, en 2013. Estas cifras podrían ser incluso peores, tal y como admite el Ministerio, si se hacen realidad determinados riesgos o supuestos. “¿Es bueno emitir tanta deuda?” es la pregunta recurrente en la calle cuando se aborda el debate económico y el Partido Popular (PP) a través del ex presidente José María Aznar ha afirmado recientemente que “nunca nadie hizo tanto daño en tan poco tiempo” en referencia a la gestión del Gobierno Zapatero.
Carmen Reinhart, de la Universidad de Maryland, y Kenneth Rogoff, de Harvard, han estudiado la relación entre los diferentes niveles de deuda y el crecimiento económico de los países en los últimos doscientos años y apuntan que la emisión masiva es perjudicial para el crecimiento.
Según los profesores, los países cuya deuda está en torno al 90% del PIB tienden a crecer más lentamente. De media, este crecimiento es dos puntos porcentuales menos que los países con una deuda que represente menos del 30% del PIB. “Si la Historia sirve de guía”, el aumento de deuda por parte del gobierno “es muy problemático para los países”, según reconocía Reinhart al Wall Street Journal recientemente.
Además, según este estudio de Rogoff y Reinhart, los países con más deuda tienen una mayor tendencia inflacionista; los precios suben en esas naciones el doble de rápido que las que tienen una deuda más pequeña en relación a su PIB.
¿Cómo se llega a esta situación de la deuda?
El Gobierno, a través de las emisiones del Tesoro, ha tratado de captar dinero -ha pedido un préstamo- para financiar sus planes anticrisis y los gastos, que se han disparado ante el deterioro del mercado laboral.
Por un lado, necesidad de financiación y por otro, exceso de liquidez a tipos bajos –todos los Bancos centrales intentaron reactivar el crédito en la crisis bajando tipos-: el caldo de cultivo para que la deuda se disparará.
Los bancos y cajas han realizado carry trade tomando dinero a tipos cercanos a cero –el BCE prestó 614.000 millones de euros al 1% durante 2009- e invertirlo en activos de largo plazo y alta rentabilidad; es decir, Trichet ha financiado la deuda de España. Los datos así lo demuestran ya que según el informe mensual del Tesoro, las entidades de crédito han pasado de tener 100.241 millones de euros en 2008 a 147.643 millones al cierre de 2009 –el 32,95% del total-, algo más de 47.000 millones de euros en un año en deuda.
“Esta práctica es normal, ha ocurrido en todos los ciclos que se han vivido como el actual” afirmaba el socio de AFI, José Manuel Amor. Además reseña que “con tipos a corto muy bajos, las entidades que inviertan a largo con tipos más altos buscan compensar su margen financiero”.
El problema es que la presidenta alemana, Ángela Merkel, ya ha presionado al presidente del BCE, Jean Claude Trichet, para que vuelva a la “ortodoxia monetaria” –subir los tipos de interés- para evitar repuntes de la inflación en el futuro.
Esta decisión, subir tipos, sería muy perjudicial para España ya que es un país muy sensible a las subidas de tipos. La mayoría de familias en España tienen una hipoteca y en gran parte a tipo variable. Al bajar tipos el BCE, las familias disponen de más dinero y pueden favorecer el consumo –mejor panorama para el crecimiento de la Economía española gracias a la demanda interna-; mientras que cuando suben los tipos el consumo se resiente.
La ventaja de España es que “hay una base inversora nacional muy sólida” como han reconocido desde AFI. “En nuestro país el 45% de la deuda está en manos de extranjeros, mientras que en países como Grecia e Irlanda los no residentes poseen entre el 70 y el 80%”, aclaraba el experto. Por lo tanto, la deuda en Grecia o Irlanda tiene un cariz más especulativa que de producto de inversión.
¿En manos de quién está la deuda española?
Los extranjeros posen el 45% de la deuda nacional, 202.500 millones de euros, al cierre de 2009. El mayor acreedor sigue siendo Francia que ostenta el 25% del total, seguido por Asia –principalmente China como apuntan todos los expertos- El crecimiento de China ha sido espectacular ya que en 2000 sólo poseía el 2% del total de deuda española en manos extranjeras mientras que en 2009 se situó en el 18. El estratega de Citigroup, José Luis Martínez Campuzano, señala que “todo lo que sea diversificar en activos y en divisas (en referencia a las inversiones chinas en deuda española) es normal y positivo”.
El tercer lugar sería para el Benelux que acumula el 15% de la deuda española de no residentes. Alemania ha seguido un camino contrario a China. El motor de Europa tiene en la actualidad 14.625 millones de euros en productos de deuda española, un 7%, muy lejos del 12% que tenía en 2000. En nueve años, la inversión de los alemanes en deuda española ha caído 5 puntos porcentuales y se coloca en el 5º puesto de acreedores de España.
Los Bancos centrales también han actuado como las entidades comerciales como desprenden los datos, han apostado por la deuda española. Estos poseen el 33,35% de la deuda española. Después se colocan familias y empresas no financieras con el 28% de la deuda española en manos extranjeras, mientras que el tercer lugar con sendos porcentajes del 16% es para entidades financieras extranjeras y fondos de inversión y pensiones.
La vida se alarga y los tipos bajan; mejor para España
El socio director de Finagentes, Alexis Ortega, asegura que “no sólo hay que ver el coste de la deuda o el volumen, sino cuándo se va a compensar”. El analista asegura que “la financiación a largo plazo tiene que ser muy importante, es bueno alargar la deuda ya que así te aseguras que no va a haber tensiones”.
La vida media de la deuda española se encontraba entre los 2 y los 3 años a finales de los 80. En la actualidad, ésta alcanza una vida media de 6 años y medio. “Cuando prestamos dinero esperamos que nos lo devuelvan, por lo tanto que se haya alargado quiere decir que los inversores confían más en España porque están dispuestos a dejar su dinero más tiempo”, aclaró Ortega.
El estratega de Citigroup en España, José Luis Martínez Campuzano, opina que “los tipos están en mínimos y en un futuro es previsible que suban, además el mercado está saturado de deuda pública, por lo que aumentar la duración de la deuda con tipos bajos es mejor”. El Gobierno se ha asegurado financiación a largo plazo a un tipo bajo mientrs que las previsiones es de que los tipos suban.
Los tipos medios de interés que ofrece la deuda también se han reducido considerablemente. A principios de los 90, la deuda patria ofrecía un 10% de rentabilidad –los tipos también estaba mucho más altos-. En diciembre de 2009, la rentabilidad se colocó en el 3,5% de media, en línea con los últimos cinco años cuando ésta estuvo en el entorno del 4% de rentabilidad de media.
La emisión de deuda en 2010
El Tesoro Público reducirá su necesidad de financiación neta en 2010 en un 34,2% con respecto al año anterior, hasta 76.800 millones de euros en nuevas emisiones, según la estrategia de financiación anual hecha pública por el Ministerio de Economía y Hacienda.
De esta forma, el saldo vivo de la deuda en circulación alcanzará los 553.500 millones de euros. Dicha cifra es equivalente al 55% del PIB, mientras que para el conjunto de las Administraciones Públicas la previsión asciende al 65,9%.
El analista Alexis Ortega aclaró al respecto que “estas cifras van a ser difíciles de cumplir pero hay que creérselas ya que son las previsiones del Ministerio”.
Con estas cifras la ratio de la deuda española sobre el PIB se mantendría casi 20 puntos por debajo de la media europea -en torno a al 64%-, que es del 84% para el mismo periodo.
Francia, Irlanda, España, Reino Unido e Italia: ¿son lo mismo?
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguraba está semana que la posición económica de España no es comparable a la de Grecia, pero los mercados aún no terminan de creérselo. Según Ortega, “no es lo mismo lo que está pasando en Grecia que en España, son situaciones distintas pero todo se mezcla”.
Desde Citigroup aseguran que “en términos generales la crisis de la deuda irá pasando a un segundo plano”. Francia y Alemania han salido rápidamente a la palestra, y aunque no han puesto medidas concretas de salvamento como los mercados podrían esperar, han conseguido aplazar el debate.
Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España (PIIGS) tienen bonos soberanos que vencen en los próximos tres años por valor de 1,665 billones de dólares, a los que se suman bonos corporativos por 988.000 millones de dólares y préstamos sindicados por 200.000 millones de dólares, según datos de Thomson Reuters.
Los bancos que han sido más activos en otorgar los préstamos que vencerán son BBVA, Intesa-San Paolo, Caja Madrid, BNP Paribas, Société Générales y Royal Bank of Scotland.
España es el mercado corporativo más activo, con vencimientos de bonos por 482.000 millones de dólares en los próximos tres años y 118.000 millones de dólares de préstamos por refinanciar.
Fuente:
INVERTIA