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martes, 16 de noviembre de 2010

¿QUIEN ES MÁS GAFE? ZPARO O TRINIDAD JIMÉNEZ

Manuel Sánchez | Madrid
  • Se estrenó en el Ministerio de Sanidad con la pandemia de la gripe A
  • Zparo la reclamó para enfrentarse a Tomás Gómez en Madrid y perdió
  • Ahora afronta el mayor conflicto en política exterior en siete años

   Mucho le tiene que gustar la política a Trinidad Jiménez para no presentarse un día en el despacho de José Luis Rodríguez Zparo y decirle: "Ahí te quedas. Yo no aguanto más".

   A buen seguro que Zparo lo entendería sólo con repasar el último año y medio de su trayectoria, donde ha tenido que lidiar con los mayores problemas y los sinsabores más duros de la acción política, como si una maldición -por no decir un gafe- se ciñera sobre su persona.

   Baste recordar que estrenó su flamante cargo de ministra de Sanidad con una pandemia, la de la gripe A que, aunque luego quedó en nada, le llevó cientos de horas de trabajo y de polémica por los millones de vacunas compradas y no utilizadas.

Perdedora frente a Gómez


   Cuando parecía asentarse en Sanidad, pese a la polémica ley del tabaco, accede a la ocurrencia de Zparo de presentarla como candidata del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid en unas primarias frente al secretario general del PSM, Tomás Gómez.

   De nuevo, su vida se le pone patas arriba, y pasa casi dos meses multiplicándose, recorriendo agrupación por agrupación del PSOE. Y, cuando en la recta final de la campaña empezó a creer que podría ganar a Tomás Gómez, se encontró con la cruda realidad de que perdió por 600 votos.

Regreso a Sanidad y cambio a Exteriores


   Se volvió a Sanidad para perfilar su acción ministerial hasta el final de la legislatura. Lo tenía todo meticulosamente preparado, con asuntos no demasiado espinosos, que le podían garantizar un periodo de tranquilidad política hasta marzo de 2012.

   Y, de nuevo, Zparo le cambió la trayectoria y la situó como ministra de Asuntos Exteriores. En teoría, era su sueño político, aunque le dio cierta tristeza entregar a Leire Pajín todas las carpetas de los proyectos que ya había preparado.

   Se estrenó con el siempre espinoso asunto de Cuba, pero en pocas semanas se ha visto envuelta en el mayor conflicto de política exterior que, posiblemente, haya tenido el Gobierno del PSOE en las dos legislaturas.

Gran desgaste en el Gobierno


   Como dicen los entendidos en política exterior, el peor conflicto al que se puede enfrentar un ministro español de esta área no es con Estados Unidos, ni con la UE, ni con Rusia. Ni siquiera con Francia. Con gran diferencia, el temor de todo responsable de política exterior es tener un enfrentamiento con Marruecos y, además, que implique directamente al pueblo saharaui. Pues le tocó a Trinidad Jiménez.

   De nuevo, la ministra lidia con el toro más difícil, con el agravante de que es un asunto que afecta muy de lleno a la militancia del PSOE y que les está suponiendo un gran desgaste.

   Lo dicho. O alguien le ha echado el mal de ojo o, al menos, habrá que concluir que esta mujer tiene muy mala suerte.

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