Podemos: yogures, héroes y falsos paladines de los trabajadores

En plena campaña electoral, Podemos recibe mucho de su propia medicina. Su discurso, basado únicamente en la incongruencia, la declaración de intenciones y la constante ambigüedad, empieza a pasarle factura.

Y es que desde sus antiguos "grandes economistas", con los que en su día se vanagloriaron de uno de sus programas (ya ni sabemos cuál debido a la frecuencia con que los cambian), y que se quejan de que el partido no los ha vuelto a contactar, dando la sensación de que solo ansiaban su imagen durante la presentación; hasta el continuo fluir de las deserciones, todos apuntan a que en Podemos solo importa la opinión de la cúpula y por supuesto, los sagrados focos televisivos. Quizás por eso su líder, revindicó que "el populismo de izquierdas es clave para el cambio", una afirmación que dista muchísimo de ser afortunada precisamente, puesto que el populismo era un movimiento político ruso de finales del siglo XIX que aspiraba a la formación de un estado socialista de tipo campesino, contrario a la industrialización occidental.

Paralelamente, sus yogures de marca blanca (que ya nadie se atreve a contar: Ganemos, Ahora, Marea, Claro...) empiezan a caducar abruptamente, incluso mucho antes de la fecha reflejada en el envase (2019), al tiempo que se descubre que algunos de los que se hacían llamar "paladines de los trabajadores", como Manuela Carmena y 'alcaldable' por Madrid en el yogurt Ahora Madrid, acceden a artificios como suscribir el patrimonio del cónyuge para que éste pueda alegar que no tiene con qué pagar a sus trabajadores tal y como demostró la sentencia judicial. Una actitud que dista mucho de representar ese imaginario idílico que nos quiere hacer creer Podemos, jugando con la ilusión de la gente para hacer lo mismo o peor que la gente a la que critican.

Será por eso que empiezan a ponerse muy nerviosos. O más bien, casi al borde del más profundo pozo de la histeria.

Pero lo peor no es eso ya que si algo se le ha achacado a Podemos es su indefinición pero casi que la preferimos porque con el último programa (ya veremos si el definitivo o todavía le sucederán unos cuantos más aunque eso sí, demuestran que al menos tienen madera de "superhéroes" como Ada Colau por el uso y abuso de la palabra "rescate" al ciudadano), Podemos considera rico a todo español que cobre 2500 euros brutos (no netos) al mes como a los médicos, penalizándolo con todo tipo de rémoras: desde pagar más IRPF hasta pagar impuestos absurdos y que se han sacado de una chistera, unos impuestos que por cierto, también pagarán quienes cobren menos de 2500 euros.

Todo sin olvidar que desincentivan la inversión porque "si pierdes no lo puedes compensar" y que eliminan de un plumazo las deducciones fiscales en plan: "tú paga, que nosotros luego no te lo devolvemos".

Vamos, que para Podemos el mérito, el esfuerzo, el afán de superación y otras variables que nos conducen a una sociedad meritocrática son poco más que prácticas demoníacas. La "riqueza" (o más bien la miseria) debe repartirse por igual, indistintamente de si te deslomas trabajando o te rascas... la nariz.

Ante esta situación y como no podía ser de otra forma, el programa, por enésima vez, no ha gustado y la cúpula de Podemos está totalmente fuera de sus casillas.

No nos extraña. Así que el líder de Podemos, el templario Pablo Manuel Iglesias Turrión, ha sacado toda la artillería pesada pero no os emocionéis que no son argumentos para votar a Podemos sino insultos para no votar a los demás.

Un déficit del que ya adolecía la formación púrpura desde hace mucho tiempo: suplir argumentos con insultos, con descalificaciones de quien es y quien no es casta, e insensateces por el estilo.

Así, su campaña se ha radicalizado hasta tal extremo,  que apenas somos capaces de distinguir el "discurso" de la retahíla de insultos:

Es más, tal y como se puede apreciar, reta a varios líderes a tener un debate a 2 e incluso tiene la desfachatez de decir "que esconden la cabeza como los avestruces", cuando en todo momento ha sido él quien se ha negado a debatir.

Pablo sabe muy bien sus razones, y es que Youtube como siempre es su mayor enemigo, mostrando lo que realmente piensa de algunos de sus rivales como el líder de los 'naranjitos', Albert Rivera (Ciudadanos):

"No pude con él, no lo pude ni rozar [...] Imposible de tocar" son algunas de las afirmaciones que

Iglesias hacía con respecto a Albert Rivera.

Otro lapsus de Podemos. Los habitantes de Soria deberían
cobrar menos salario mínimo que los de Barcelona.

Quizás esa sea la clave para entender el fruto de los nervios de Pablo Iglesias. Y es que poco se puede hacer para rebatir los discursos de Ciudadanos y de su líder Albert Rivera mientras que los de Podemos son extremadamente fáciles de desmontar, y esta actitud altanera del líder coletudo no ayuda.

Tampoco nos extraña que Podemos una fuerzas con el PP para lanzar un ataque conjunto hacia Ciudadanos porque quien haya leído el libro de George Orwell titulado Rebelión en la granja, sabe que si cerdos y corruptos actúan igual, al final al pueblo, como a los animales de la granja, no les resulta fácil distinguirlos.

¿Quién es de Podemos y quién del PP cuando usan indistintamente la técnica milenaria del escupitajo y no el argumento?

Es más, a nadie se le escapa no obstante lo cómico de la situación. Que la Derecha de este país y la Extrema Izquierda estén no solo de acuerdo en algo, sino que actúen y colaboren conjuntamente, demuestra que los extremos se tocan y se necesitan.

Así, mientras que el PP carga contra Ciudadanos, porque los 'naranjitos' pretenden instaurar la democracia incluso en partidos como el PP, Podemos intenta desacreditarlos poniéndolos de poco menos que de falangistas a pesar de que en sus propias filas púrpura, tienen a unos cuantos adoradores de José Antonio Primo de Rivera.

Menudo crimen ha cometido Ciudadanos en este país. Explicar qué va a hacer en el programa electoral, explicar cómo lo va a presupuestar y poner en marcha y lo más importante, justificar por qué necesitamos ese programa electoral.

También es paradójico que Ciudadanos no pare de crecer, recibiendo el apoyo de "ex-peperos", "ex-socialistas", "ex-upeidistas" y "ex-podemistas", pero para un partido marxista como Podemos que se hace llamar "socialdemócrata", en Ciudadanos solo está la derecha, inclusive, sus exvotantes.

Pero vamos, que mirando un poco la trayectoria política del susodicho aspirante, nos encontramos con perlas como que en España habían muchos gilipollas. Tantos, que cuando no se vota a Podemos se es tonto, analfabeto, paniaguado, traficante, cagao...

Esa es la catadura moral de alguien que dirige un partido que simplemente pide el 'cambio' pero no explica nada. Ni tan siquiera, si ese cambio va a ser para mejor de los españoles. Quizás por eso, utilizará vilmente la jornada de reflexión, para sus oscuros fines.

Sin embargo, es lógico por otra parte, y es que para alguien que quiere instaurar el pensamiento único o un régimen totalitario donde además, los medios estén bajo su control, le estorban toda la gente que no piensa como él.

Así que, si habéis llegado hasta aquí, os lanzo la pregunta del millón de euros con respecto al futuro comportamiento y devenir del país si semejante "cuadrilla" llegase al poder: si ya insulta a quienes no están simplemente de acuerdo con sus ideas y no les vota (ahora que no tiene poder), ¿qué creéis que les hará cuando sí tenga poder?

Dense una vuelta por países como Venezuela, Cuba y demás dictaduras para imaginárselo.

Porque son tiempos de cambio, sí, pero todos decidiremos si vamos a simplemente cambiar, si lo vamos a hacer para peor, o si pretendemos cambiar para mejorar. En este caso, Podemos, no es el cambio que buscamos, y aunque Grecia, nos quede lejos, no así la sombra del Podemos griego Syriza, donde ya reconoce que NO TIENE DINERO para pagar nada más allá de Mayo.

Mayo será la primera piedra del cambio, hacia la luz, la oscuridad o el fango.

Piensa muy bien tu voto para el 24M. 

Porque podrías colocar la primera piedra de la oscuridad o del fango.