María Ramírez (corresponsal)
- Nicolas Sarkozy y Angela Merkel quieren imponer más disciplina fiscal
- Un congresista de EEUU cree que rescatar a España costaría medio billón
Bruselas.- Los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro se reúnen esta noche en la cumbre más sombría en los 11 años de historia de la moneda única, incluso para discutir la quiebra controlada de sus miembros.
Las Bolsas mundiales siguen a la baja y el síndrome griego ha vuelto a disparar los intereses de los bonos de la deuda pública de España, Portugal y, fuera del euro, Reino Unido.
Los inversores se refugian en los títulos alemanes, finlandeses y holandeses a 10 años, que pagan menos de un 3%, y huyen de los españoles, que rondan el 4,5%, los portugueses, ya en el 6,5%, y, por supuesto, los griegos, que vuelven a superar el 12%.
Con este ambiente, los 16 del euro aprobarán definitivamente el plan de préstamos a Grecia por valor de 110.000 millones (80.000 de la zona euro, entre ellos 9.794 de España) y discutirán cómo evitar más rescates caóticos e intentar tranquilizar, o controlar, a los mercados.
Francia y Alemania piden más austeridad
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, los grandes pagadores, llegan con un mensaje de austeridad para los demás y con una petición concreta para endurecer el Pacto de Estabilidad, para que se apliquen sanciones en caso de que los miembros no contengan el déficit por debajo del 3%.
En realidad, la reforma que flexibilizó el acuerdo, que nunca ha castigado a los infractores, fue impulsada por los predecesores de Sarkozy y Merkel cuando Francia y Alemania superaban el umbral comunitario.
El presidente francés ya ha llegado al Consejo de la UE para reunirse en esta tarde muy oscura y fría en Bruselas, antes de la cena de los 16, con José Luis Rodríguez Zparo, el premier portugués, José Sócrates, y el italiano, Silvio Berlusconi, justamente de los tres países con más problemas de confianza en el mercado.
El presidente francés está liderando el trabajo ahora, con reuniones bilaterales también con Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, José Manuel Durão Barroso, de la Comisión, y la canciller Merkel.
Los líderes estudiarán un mecanismo de quiebras controladas, para dar ayuda e imponer de inmediato condiciones estrictas a los Estados endeudados antes de caer en un rescate tan agónico como el griego, que se debate desde enero.
Aunque los líderes europeos repitan que Portugal y España no son comparables con Grecia, el mercado sigue apostando a que los ibéricos no podrán devolver el dinero a sus acreedores. En EEUU ya se habla expresamente de lo que costaría rescatar a España. Según un congresista del comité encargado de la financiación exterior del FMI, Mark Steven Kirk, la factura alcanzaría 600.000 millones de dólares (más de 476.000 millones de euros, al cambio de hoy), una cifra imposible para el Fondo, que, por ejemplo, sólo puede prestar 212.000 millones de euros.
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