Efe
Madrid.- "Escuchamos, respetamos las inquietudes que se expresan, pero al tiempo quiero decir muy solemnemente ante la Asamblea Nacional que estamos decididos a llevar esta reforma hasta el final", aseguró el jefe del Ejecutivo, François Fillon, sobre la reforma de las pensiones, que incluye el retraso de la edad mínima de jubilación hasta los 62 años, y que ha sumido al país en la séptima huelga en lo que va de año.
François Fillon decía estas palabras mientras más de 200 manifestaciones recorrían las calles de ciudades francesas, 1,2 millones de manifestantes de acuerdo con el Ministerio del Interior, un récord desde el inicio del movimiento en marzo -los sindicatos apuntan a 3 millones—.
Ante los abucheos de los parlamentarios de la oposición, Fillon aclaró que sacarán adelante la reforma "porque es razonable (...), justa, que comporta avances sociales (...) y porque es indispensable para financiar" las pensiones.
"En democracia, la voz de quienes se manifiestan, de quienes hacen huelga debe respetarse. Pero la voz del Parlamento que representa al pueblo francés también debe respetarse", añadió.
Horas antes, ante los diputados de su partido, el primer ministro consideró "irresponsable" que el Partido Socialista llamara a los estudiantes de 15 años a manifestarse en los desfiles contra la reforma de las pensiones y consideró que supone "una cesión a la tentación de la extrema izquierda".
Ante la Asamblea, Fillon aseguró no tener "lecciones que dar a los jóvenes llamados al rescate para rellenar las manifestaciones". "Les digo simplemente que el futuro de sus pensiones no estará garantizado por aquellos que les prometen salvar su futuro sacrificando su presente", indicó.
El respaldo de Fillon a la reforma, considerada la medida estrella del mandato del presidente, Nicolas Sarkozy, fue total. Para el jefe del Ejecutivo no queda "margen de maniobra" para modificar el proyecto gubernamental, que ya suavizó su primer borrador en los debates en el Senado.
En la cámara alta, donde está previsto que la revisión del proyecto finalice el viernes, la sesión fue interrumpida durante una hora para permitir a los senadores de izquierda que acudieran a la manifestación convocada por los sindicatos.
El Senado adoptó anoche el segundo punto más polémico de la reforma presentada por el Gobierno, el que prevé retrasar de 65 a 67 años la edad mínima para cobrar el conjunto de la pensión.
Los senadores adoptaron el pasado viernes el artículo que retrasa la edad mínima de jubilación de 60 a 62 años.
Fuente: Diario EL MUNDO
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