Olga R. Sanmartín | Madrid
- La formación en DDHH es el 4% de toda la que reciben los agentes
- Es "deficiente" sobre todo en los niveles de ingreso a ambos cuerpos
- Se presta "escasa atención" a la cuestión del racismo y la xenofobia
- Hay dificultades para descartar a los candidatos machistas o racistas
Pocas veces los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado comparecen en público para hacer examen de conciencia y reconocer lo que están haciendo mal.
Esta mañana, sin embargo, un policía y un guardia civil han hablado en rueda de prensa para admitir que la formación que reciben en derechos humanos es "manifiestamente mejorable", si no "deficiente", y arremeter contra los centros de internamientos de extranjeros, contra las redadas masivas e indiscriminadas de 'sin papeles' que se ven obligados a realizar y contra determinadas prácticas policiales.
No son dos agentes cualquiera, sino los representantes oficiales de las dos asociaciones mayoritarias de la Policía Nacional y la Guardia Civil, que suman, en total, más de 120.000 afiliados. José Manuel Sánchez, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP), y Joaquín Cánovas, secretario general de la Asociación Unificada de la Guardia Civil de Madrid, han hablado en nombre de todos ellos cuando han intervenido para dar su apoyo a un informe de Amnistía Internacional que radiografía la formación en derechos humanos que reciben las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Formación "deficiente"
El informe no les deja en buen lugar, precisamente. "La presencia de los derechos humanos en la formación tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil sigue siendo muy escasa y aislada y, en particular, es deficiente en los niveles de ingreso a ambos cuerpos", dice, por ejemplo, el documento de 54 páginas.
"Tampoco se ofrece en ninguna de las dos instituciones una visión general al alumnado sobre la situación de los derechos humanos en España", añade. Y señala también: "Se presta una escasa atención a la cuestión del racismo y la xenofobia". Y más aún: "Faltan criterios para asegurar, durante la formación de ingreso, que se descarta a alumnos con valores o actitudes contrarias a los derechos humanos".
Todas estas denuncias son reconocidas tanto por Fornet como por Cánovas, que no han tenido reparos en admitir que el informe es "completo", "exhaustivo" y "bien documentado".
"La conclusión que hemos sacado es que la Guardia Civil está a años luz de cumplir con las recomendaciones que se hicieron desde Amnistía Internacional en 2001", ha indicado el representante de la Guardia Civil. En 2001, la ONG realizó el mismo informe y, según aseguran sus responsables, "a pesar de que ha habido cambios políticos, la situación sigue siendo la misma". Nada ha cambiado.
Materia "marginal"
Virginia Álvarez, responsable de Política Interior de Amnistía Internacional, ha recordado que "la formación en derechos humanos de las Fuerzas de Seguridad refleja el tipo de clase política que un país desea tener".
"Por parte del Gobierno, sigue sin darse importancia a este tema", ha denunciado. "Seguimos suspendiendo al Gobierno en cuanto a la formación que reciben las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".
El estudio asegura, entre otras cosas, que la formación en derechos humanos que reciben los agentes supone apenas el 4% de la formación total que reciben. Es, por tanto, "marginal", "residual" y "muy deficitaria".
Mal lugar en la UE
En relación con las políticas que se siguen en otros países europeos, no hay nada de lo que presumir. "No estamos en el lado puntero de la UE, no estamos a la altura de otros países", ha señalado durante la rueda de prensa José María García, responsable del trabajo con Fuerzas de Seguridad de Amnistía Internacional.
Indiferencia del Gobierno
Hay voluntad de cambiar las cosas por parte de los agentes, pero no por parte del Ministerio del Interior, que, según han contado los responsables de Amnistía, ha recibido "con indiferencia" el informe.
Así, tres asesores del secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, se entrevistaron con los miembros de la ONG el pasado mes de septiembre: "La reacción que tuvimos de ellos fue: sin comentarios. Nos mostraron mayor interés a la hora de colaborar".
El representante de la AUGC ha aprovechado para denunciar la "dificultad" existente en la Guardia Civil para facilitar información sobre sus actividades al movimiento asociativo. "¿Sigue siendo una institución oscurantista? ¿Le cuesta trabajo abrir las ventanas?", se ha preguntado. "Estamos todavía con los valores castrenses y luego llegarán los derechos humanos", ha lamentado.
Fuente: Diario EL MUNDO
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