El fin del sueño de Tania Sánchez, la candidata a 'primera dama'

Siempre me han hecho gracia los abanderados del dicho: "estoy al servicio de los ciudadanos". Y es que al contrario de lo que podría parecer, no suelen ser médicos, bomberos, policías, profesores, activistas de alguna ONG, carteros, forestales... quienes pronuncian tan ostentoso axioma, sino políticos.

No me extraña. Quienes verdaderamente están al servicio del ciudadano, no necesitan un baño diario de ego, de autoconvencimiento, o simplemente de hacer un ejercicio del sofismo más cínico. De hecho, no pueden, carecen de tiempo y de energía para tal infructuoso acto.

Es más, cuando eres absorbido por una profesión noble, estar al auténtico servicio del ciudadano requiere una serie de cualidades y valores morales de los que no siempre cuentan, quienes aseguran recorrer la sucesoria senda de lo legislativo.

Tania Sánchez: tu secreto al descubierto.

Están tan absolutamente volcados con el ciudadano que no necesitan lisonjas de ningún tipo. No hay tiempo para otra cosa.

Por el contrario, muchos de los políticos son catapultados a la primera línea desde muy jóvenes y por linaje. Sin apenas experiencia laboral, sin apenas trato con la gente, a menudo necesitan justificar su posición ante no solo la ciudadanía, sino incluso a ellos mismos. Saben que no están preparados para hacer otra cosa, saben que se asfixiarían fuera de la pecera política. 

De esta manera, podríamos poner muchos ejemplos, como la ya no 'lideresa' andaluza Teresa Rodríguez, que con alrededor de 2 años de vida laboral, ya se ve en potestad de gobernar una autonomía española; o el 'prestigioso' investigador Ínigo Errejón, que como sabemos, si siquiera cumple el horario estipulado por la universidad que lo contrata. Por su parte, de los 'imponentes y heroicos' catedráticos Pablo Iglesias y su escudero Juan Carlos Monedero ni hablamos, aunque quizás el que se lleve la palma sea el 'elocuente' Ramón Espinar (otro que tal baila y con un padre que dio rienda suelta a su tarjeta 'black' de Cajamadrid). Pero soy consciente de que me dejo a tantos otros en el tintero y que además son de otros partidos ajenos a la formación púrpura.

Sin embargo, hoy le ha tocado a Sánchez, Tania Sánchez. Esa niña que recién acaba su carrera universitaria, nunca llegó a ejercerla. Como tantos otros que cacarean estar dedicados en cuerpo y alma a los ciudadanos.

Aunque pensándolo bien tampoco lo necesitó realmente, ya que su padre Raúl Sánchez, le tenía preparado un futuro mucho mejor en el Área de Servicios a la Ciudadanía en Rivas Vaciamadrid. Durante años, se dedicó a firmar cualquier documento que se le presentó.

No debió leerlos la pobre, o quizás no aprendió lo suficiente en la universidad para entenderlos, pero el caso es que la ya no candidata a Madrid por IU, el otro partido que fundó después, y la ya no novia del 'grandioso' líder de Podemos Pablo Iglesias, se vio envuelta en un turbio asunto de corrupción.

Ya lo dice la Biblia, "quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra". Pero Tania, al igual que muchos neopolíticos, cometió el error de dejar grabado para la posteridad su más absoluto cinismo.

Así, la que hablaba de 'casta' como su novio, la que daba lecciones de moral, la que asistía a tertulias de televisión donde con una emponzoñada vehemencia intentaba 'abrir' los ojos al pueblo para guiarlo, como una sucesora de Moisés, hasta la nueva Tierra Prometida, la que decía defender los derechos de la gente más humilde, esa y solo esa, utilizó su posición de poder con o sin conocimiento, para regalar dinero público mediante concursos a amigos y familiares. Su hermano fue uno de los grandes beneficiarios. Pero ella, como tantos otros de su misma posición, no se enteró.

Tania en cambio, se podía permitir no saber a quién
iban destinados los fondos públicos que firmaba.
Familiares, amigos o a ese pueblo que representaba.

Así que ha hecho mucha gracia a la gente que dice defender que en el 2012 Tania, en un polémico 'twit' que solo fue la punta del iceberg de una de sus múltiples 'embestidas' a la 'casta', arremetiese contra la infanta Cristina con motivo del escándalo de su marido Urgandarín, algo que ella parecía no recordar para sí, o quizás la corrupción siempre es mala cuando la practica otro, si nos pasa a nosotros por supuesto, es fruto de un malentendido y por tanto, siempre hay una forma de justificarlo.

Pero todo esto ya no tiene importancia. Tania, que ya desmintió en televisión hace semanas que no había roto con su novio Pablo Iglesias, ahora tras las elecciones Andaluzas, anuncia que sí han roto (no será lo único que se rompa) y que no van a volver a hablar del tema. Da la sensación de que para Iglesias, Tania ya cumplió su misión, hundir a Izquierda Unida para dejarla en una situación lo suficientemente débil para poder fagocitarla más adelante, en especial, toda su estructura y red de centros repartidos por toda España. Así se las gasta el 'caballero' templario Pablo Manuel Iglesias Turrión.

Ahora Tania, ya no solo puede y debe olvidar todas y cada de sus pretensiones, sino que se ha convertido en el juguete roto no solo de su novio, sino de todo Podemos y sus filas púrpura.

Y es que cuanto más decrecida es nuestra auténtica voluntad para servir a los ciudadanos, más desmesurada es la caída cuando el pueblo, deseoso de que alguien les diga lo que desean oír, se percata de semejante y vil sainete.

Adiós Tania, tu sueño de ser la 'primera dama' se hecho mil pedazos, como tu relación con el templario y no es lo más grave. Porque lo importante no es que en luceros de tu 'jefe' eres ya un juguete roto, sino que lo que se ve reflejado en los de los ciudadanos a los que decías representar y servir. 

Flaco favor le hiciste a la izquierda, 'primera dama', 
pero tranquila, no serás el último juguete roto.