Desde su fundación, la formación púrpura se ha autoproclamado como la voz del pueblo, alardeando de unas asambleas y procesos constituyentes que sentarían poco a poco sus bases, desde quienes serían los líderes, hasta las propuestas que paulatinamente serían incluidas en el programa.
Empezaron pues a proliferar los llamados 'círculos' que hacían gala del anagrama del partido. Era la etapa de la ilusión, la de los debates, los cánticos, los intercambios de opinión en un ambiente más o menos distendido... Todo parecía venir a pedir de boca, muchos ciudadanos empezaron a pensar que ante sus ojos, se encontraba una auténtica alternativa de cambio, un partido justo, con un líder respetable, con estudios y con una aparente sed de justicia.
Y así, el mundo bucólico, completamente desfigurado con respecto a la auténtica realidad, que construyó Podemos a su alrededor, le catapultó a un puesto más que respetable en las elecciones europeas. Ni se lo creían.
Esperaban obtener al menos un escaño para poder tener la financiación europea (mediante donaciones voluntarias del sueldo del afortunado), así como de la notoriedad mediática correspondiente que tanta falta les hacía, con el fin de construir poco lo que siempre habían soñado: un partido político a nivel nacional que les permitiera imponer su ideología.
Esperaban obtener al menos un escaño para poder tener la financiación europea (mediante donaciones voluntarias del sueldo del afortunado), así como de la notoriedad mediática correspondiente que tanta falta les hacía, con el fin de construir poco lo que siempre habían soñado: un partido político a nivel nacional que les permitiera imponer su ideología.
Sin embargo, el inesperado éxito europeo precipitó los planes y con ellos, el mundo bucólico que habían construido. De esta manera, ya poco importaba la representación mediática fruto de sus cinco escaños europeos, de hecho, cuando hay que votar algo importante, sus escaños suelen estar vacíos.
Habían conseguido un gran objetivo mucho antes de lo que esperan. Probablemente, habían calculado meticulosamente la forma de aprovecharse de la maltrecha situación de la ciudadanía española pero la suerte de las europeas, les fue más favorable de lo que nunca habían previsto. Así, sus discursos empezaron a recrudecerse todavía más de lo que ya lo habían hecho durante la campaña de las europeas. Las visitas a los platós de televisión se convirtieron en un vertiginoso trasiego donde solo se descalificaba al oponente: 'casta', 'pantuflo', 'ladrones', 'corruptos'... son una pequeña muestra.
Atrás quedaron las ganas de reformas y poco a poco se les fue viendo el rostro.
No nos extraña, su discurso siempre fue yermo porque jamás se atrevieron a explicar cómo iban a hacer las cosas. Es más, por no atreverse, jamás han condenado la violencia del régimen que les financia: Venezuela.
Será por eso, que la descalificación se convirtió en el epicentro de su discurso al fin y al cabo, ¿si no son capaces de ver la violencia qué les impide aplicarla? Por eso, nunca escatimaron a la hora de descalificar, usando cuestiones personales, globalizando metiendo todos los miembros de un determinado colectivo (empresarios, banqueros, economistas, periodistas...) en el mismo saco y tildándolos de la burrada que esté más de moda en ese momento. Solo podían hacer eso, no tienen propuestas que puedan sacar adelante, solo ocurrencias.
Pero hete aquí que la suerte conforme llega, se marcha. ¡Caprichos del destino! Y empezaron a verse salpicados de los mismos males que achacaban siempre a los demás, aunque lejos de condenarlos, los justificaban. Lo habían perdido todo: el mundo bucólico, la capacidad moral de llamar la atención a los demás y aunque no siempre estuvo claro, el poco norte que todavía les quedaba.
No nos extraña, su discurso siempre fue yermo porque jamás se atrevieron a explicar cómo iban a hacer las cosas. Es más, por no atreverse, jamás han condenado la violencia del régimen que les financia: Venezuela.
Será por eso, que la descalificación se convirtió en el epicentro de su discurso al fin y al cabo, ¿si no son capaces de ver la violencia qué les impide aplicarla? Por eso, nunca escatimaron a la hora de descalificar, usando cuestiones personales, globalizando metiendo todos los miembros de un determinado colectivo (empresarios, banqueros, economistas, periodistas...) en el mismo saco y tildándolos de la burrada que esté más de moda en ese momento. Solo podían hacer eso, no tienen propuestas que puedan sacar adelante, solo ocurrencias.
Pero hete aquí que la suerte conforme llega, se marcha. ¡Caprichos del destino! Y empezaron a verse salpicados de los mismos males que achacaban siempre a los demás, aunque lejos de condenarlos, los justificaban. Lo habían perdido todo: el mundo bucólico, la capacidad moral de llamar la atención a los demás y aunque no siempre estuvo claro, el poco norte que todavía les quedaba.
Ahora... ¿Cómo podrían demostrar entonces que ellos no eran 'casta'? ¿Cómo podrían seguir manteniendo ese mundo artificial y bucólico que habían construido de manera artificiosa? No podían.
De esta manera, al mundo bucólico, le salió un poderoso enemigo. Una especie de 'SuperMan' que además era inmune a la criptonita: la VERDAD.
Así, uno a uno todos los líderes empezaron a verse salpicados de escándalos.
Al principio, quienes habían creído en el bucólico mundo prometido por la formación púrpura se aferraron con firmeza al 'todo es mentira - todo está permitido', defendiendo como templarios una causa que a sus ojos, les parecía digna. Pero entonces otro enemigo hizo acto de presencia: el TIEMPO, y con él, el ejército de templarios empezó mermar abruptamente.
Al principio, quienes habían creído en el bucólico mundo prometido por la formación púrpura se aferraron con firmeza al 'todo es mentira - todo está permitido', defendiendo como templarios una causa que a sus ojos, les parecía digna. Pero entonces otro enemigo hizo acto de presencia: el TIEMPO, y con él, el ejército de templarios empezó mermar abruptamente.
Nadie sabía quién era el responsable. Como si se tratara de una venérea, los fieles de la formación púrpura empezaron a dispersarse y entonces... apareció. Se trataba de otro enemigo muy poderoso: la VERGÜENZA, al comprobar atónitos muchos de esos templarios que 'nada es verdad - todo está permitido', para inmediatamente después, llamar a la puerta el cuarto y por el momento, último enemigo: la INDIGNACIÓN, cuando los templarios se percataron que habían sido engañados todo este tiempo por la formación púrpura.
No es para menos, si para Pablo Manuel Iglesias Turrión, Monedero es una persona ejemplar (cuando es claramente el 'Bárcenas' de Podemos), pierde las formas ante preguntas incómodas, se demuestra que los procesos constituyentes son puro caciquismo, las dimisiones se suceden, y los ejemplos de democracia se disuelven como un azucarillo en el café, ¿qué mensaje ético y moral pueden ahora llevar ahora a las filas de la formación púrpura?
La prostitución de las 'asambleas constituyentes' han diseminado unas cuantas venéreas incluso hasta a los templarios más fieros, mientras la desconfianza brota con vigor de unos descorazonados ciudadanos cuya desesperación, les hizo soñar que un mundo bucólico era posible.
VERDAD, TIEMPO, VERGÜENZA e INDIGNACIÓN se han hecho esperar, pero por fin han llegado. Sin embargo, todavía no podemos estar tranquilos, la barbarie de templarios como Iglesias o Monedero no conocen límites y todavía falta un poco para que SENTIDO COMÚN despierte.
No es para menos, si para Pablo Manuel Iglesias Turrión, Monedero es una persona ejemplar (cuando es claramente el 'Bárcenas' de Podemos), pierde las formas ante preguntas incómodas, se demuestra que los procesos constituyentes son puro caciquismo, las dimisiones se suceden, y los ejemplos de democracia se disuelven como un azucarillo en el café, ¿qué mensaje ético y moral pueden ahora llevar ahora a las filas de la formación púrpura?
La prostitución de las 'asambleas constituyentes' han diseminado unas cuantas venéreas incluso hasta a los templarios más fieros, mientras la desconfianza brota con vigor de unos descorazonados ciudadanos cuya desesperación, les hizo soñar que un mundo bucólico era posible.
VERDAD, TIEMPO, VERGÜENZA e INDIGNACIÓN se han hecho esperar, pero por fin han llegado. Sin embargo, todavía no podemos estar tranquilos, la barbarie de templarios como Iglesias o Monedero no conocen límites y todavía falta un poco para que SENTIDO COMÚN despierte.
¡Que la hermandad nos asista!
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