HABLA PUEBLO HABLA: LOS CIUDADANOS INDIGNADOS CON EL HACHAZO DE ZPARO A LA POLÍTICA SOCIAL

   Son sólo un ejemplo, pero representan a los tres sectores más afectados por el plan de ajuste anunciado por el presidente del Gobierno el pasado miércoles.

Estoy harta de que los políticos vayan a Zalacaín

Nombre: Gloria. Apellido: Calvar. Edad: 71 años. Estado civil: Casada con nueve hijos y 15 nietos. Profesión: Ama de casa y esposa de un jubilado. Estado emocional: Indignada con la congelación de las pensiones.

   A sus 71 años, es adicta a Internet. Le sirve de terapia. Consulta diariamente 11 periódicos digitales y participa en todo tipo de foros. Gloria Calvar tiene las ideas muy claras y no entiende por qué los pensionistas se tienen que apretar el cinturón, cuando, a su juicio, el Gobierno ha derrochado el dinero público.

   Sentada en un sillón de su casa en la localidad madrileña de Majadahonda, esta ama de casa, que ha sacado adelante a nueve hijos, opina sobre los últimos recortes anunciados por el presidente del Gobierno:

    "Entiendo que tenemos que sacrificarnos todos, pero empezar a tomar las medidas por los más débiles, por los pensionistas y por los funcionarios, que a veces no son ni mileuristas, me parece muy duro. El Gobierno tendría que haber empezado por sí mismo y por los despilfarros que hemos visto con escándalo".

   Su discurso es pausado y, con la experiencia de toda una vida a sus espaldas, lanza al aire la pregunta del millón: "¿Por qué nadie habla de las tarjetas Visa? Estoy harta de que los políticos vayan a comer a Zalacaín a nuestra costa. No tenemos por qué pagar comidas de lujo a nadie. Y me parece muy mal que haya más coches oficiales en España que en Estados Unidos".

   Gloria critica que Zparo, el amigo de los gastos sociales, los haya recortado ahora "de una forma tan drástica". "Sabemos que ha actuado así porque le ha obligado Europa, Obama y hasta China, pero ha sido por lo mal que ha gestionado la economía en los tres últimos años. Todos sabíamos que había una crisis, pero él no lo ha querido reconocer y no ha tomado medidas a tiempo", manifiesta.

Al final pediremos perdón hasta por ser fijos

Nombre: Luis Alberto. Apellido: Ramos. Edad: 41 años. Estado civil: Casado. Profesión: funcionario del Ayuntamiento de las Rozas (Madrid). Estado emocional: Indignado con que se le rebaje el sueldo un 5%.

   Luis Alberto sabe que ser funcionario se ha convertido en una profesión cada vez más impopular. Está enojado, harto de que se demonice a los empleados públicos, harto de que siempre tengan que cargar con los recortes los más desfavorecidos, harto de que los que han provocado la crisis económica se vayan una vez más de rositas.

   "Al final, los funcionarios vamos a tener que pedir perdón por tener un trabajo fijo. Yo me hago una pregunta: ¿Qué delito hemos cometido? ¿Cuál ha sido nuestro delito para que se nos haya demonizado tanto por la opinión pública como por los políticos? Hemos conseguido nuestro trabajo con nuestro esfuerzo presentándonos a una oposición a la que, por cierto, podía presentarse cualquier ciudadano de este país", se lamenta.

   Luis Alberto censura que durante el boom económico, cuando había españoles "que ganaban dinero a espuertas", los funcionarios apenas tenían subidas salariales. "En la época de bonanza, Aznar nos congeló el sueldo - la iniciativa la tuvo Felipe González en 1994 - y, luego, nos subían la mitad del IPC. Entonces nadie se acordaba de los funcionarios. Ahora, cuando vienen mal dadas, tenemos recortes en nuestros salarios. Nosotros no nos beneficiamos de la bonanza económica, pero pagamos los platos rotos".

   Y lanza un grito de guerra para quien le quiera escuchar: "Ni los trabajadores ni los funcionarios hemos sido los responsables de esta crisis económica. No somos culpables y no hemos creado el problema".

'Ser madre es difícil y nos quitan el cheque-bebé'

Nombre: Celia. Apellido: Fernández. Edad: 31 años. Estado civil: vive en pareja. Profesión: Jefa de obra ahora en paro. Estado emocional: Indignada con la retirada del 'cheque-bebé'.

   Lleva cuatro años sufriendo en silencio. Esperando un bebé que no llegaba. Con las ilusiones rotas y la desesperación pegada a su piel. Contaba con esos 2.500 euros para que le ayudasen a costearse un tratamiento de fecundación in vitro, aunque el cheque-bebé llegase después. Pero esos futuros ahorros se han evaporado. El 'cheque-bebé' dijo adiós antes de cumplir su tercer año de vida.

   "Ser madre en este país es muy difícil. Después de cuatro años, sigo en la lista de espera de la Seguridad Social para someterme a un tratamiento de fecundación in vitro. Ahora, estoy ahorrando para hacerlo de manera privada. Contaba con el dinero de la ayuda del cheque-bebé para que no me costara tanto y, ahora, lo han quitado", se queja indignada.

   Celia critica el doble rasero que, a su juicio, impera en la situación actual: a las clases altas y a los políticos no se les toca y siguen manteniendo sus privilegios, mientras que al ciudadano de clase media, al funcionario y al pensionista le suben los impuestos y le recortan las ayudas y el sueldo.

   Con valentía, esta mujer relata el sinvivir de muchas madres que no pueden tener familia y que son invisibles a los ojos de la opinión pública. Nadie les tiende una mano ni les presta atención: "La política de ayuda a la familia es vergonzosa. Las madres que no pueden tener hijos no suelen salir a la luz, porque es muy doloroso y psicológicamente afecta mucho. Como es un problema oculto, las Administraciones lo ignoran y no ayudan. Nos resulta muy difícil, no sólo llegar a fin de mes, sino formar una familia".

Fuente: Diario EL MUNDO