César Urrutia | Madrid
- La DGT prevé que entre julio y agosto se produzcan 86,2 millones
- Esto supone un incremento del 0,4% respecto al año pasado
- En los próximos meses se pondrán en funcionamiento los radares de tramo
Si es usted uno de los que pensaba que si algo bueno tiene la crisis es que acaba con los atascos, se equivoca. Contra todo pronóstico, las dificultades económicas no parecen hacer mella en los planes de los españoles a la hora de marcharse de vacaciones.
Según la Dirección General de Tráfico (DGT), este verano las carreteras registrarán 86 millones de desplazamientos, un 0,4% más que el año pasado.
De manera que los fines de semana del 2 y el 30 de julio, las salidas de las ciudades repetirán la estampa veraniega de carreteras saturadas en dirección a la playa o a la montaña. Si acaso, más en agosto que en julio según Interior. Este año, la particularidad es que la celebración del Xacobeo en Santiago de Compostela añadirá mayor tráfico turístico en las carreteras del noroeste.
Aunque otros indicadores como el consumo de gasolina, las reservas hoteleras o los peajes pagados en autopistas reflejen descensos en la circulación de vehículos, las mediciones que hace Tráfico lo pasan por alto.
"Tenemos nuestras propias mameras de medir la circulación y desde enero hemos visto que ha repuntado un 0,2%, con lo que esperamos que aumente algo más durante el verano", aseguró ayer el Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
A lo largo de los últimos años, Tráfico ha negado rotundamente que el menor número de vehículos en la carretera provocado por el paro o la situación económica haya ayudado a mejorar las cifras de seguridad vial. En su opinión, el principal efecto de la crisis no es sacar vehículos de las vías, sino provocar ansiedad en los conductores y potenciar el riesgo.
Sea como sea, Rubalcaba se mostró cauto a la hora de indicar si este verano se podrá mantener la reducción en el número de fallecidos por accidentes de tráfico. Fueron 380 en 2009 y todo parece indicar que en el organismo dirigido por Pere Navarro consideran difícil seguir bajando el listón, de manera que recomendó a los automovislitas mucha prudencia, "especialmente en los trayectos cortos y en las carreteras secundarias, que es donde las distracciones tienen consecuencias más graves".
El accidente típico de verano se produce entre las 2 y las 8 de la tarde por una salida de la vía. La franja de edad con mayor número de fallecidos es entre los 25 y los 34 años. Una cuarta parte de ellos no llevaba puesto el cinturón de seguridad.
La operación salida de este verano cuenta además con la particularidad de que los conductores cazados por un exceso de velocidad tendrán plazos más cortos para abonar la multa o recurrirla dentro de las opciones que les permite la ley, que son menos que hace un año.
Teniendo en cuenta que todo el proceso se pone en marcha a partir de la notificación de la denuncia y la mejora de medios técnicos (radares, fibra óptica, centro de procesamientos de datos...- para entregarla a los titulares de los vehículos, muchos veraneantes se encontrarán una sorpresa al volver a casa. Además de no pisar en exceso el acelerador, también deberán tener cuidado de no programar su navegador mientras conducen porque desde el pasado mes de junio está castigado con tres puntos y 200 euros.
Lo curioso es que si, al menos en la carretera, la crisis no parece afectar a los veraneantes, sí lo hace con la DGT. La política de austeridad presupuestaria emprendida por Interior ha aplazado la entrada en funcionamiento de nuevos y carísimos radares por tramo.
Además obligará a los agentes de la Guardia Civil a seguir una serie de instrucciones: patrullar lo mínimo y con las ventanillas subidas para no malgastar combustible en un verano que se prevé "tórrido". También a evitar en la medida de lo posible medir la velocidad de los automovilistas en sus coches camuflados si no es apostados en un punto concreto. Subirse al todoterreno, lo justito. Y en cuanto a controles de alcoholemia, deberán realizar sólo los que consideren necesarios, esto es, a quien presente síntomas evidentes de haber bebido.
Aunque este año sean 700 agentes más que en el 2009, los que vigilen las carreteras no hace falta decir que semejante plan de ahorro, que recorta dietas y horas extra, ha sentado mal al Cuerpo. Desde hace casi un mes, hay huelga de "bolis caídos" y algunos agentes hacen la vista gorda ante infracciones no demasiado graves.
A su vez, Interior, también mira para otro lado. "No me consta esa huelga", afirmó ayer un lacónico Rubalcaba.
Por si las cosas empiezan a torcerse y sin ser preguntado por ello, el responsable de Interior recordó que ayer se cumplían cuatro años del carné por puntos y no dudó en sacar pecho de los logros obtenidos por su Gobierno. "El carné por puntos aprobado en 2006 ha salvado 1.000 vidas por cada año en vigor. Si no fuera por esta medida, hubiera habido 4.000 accidentes mortales más en las carreteras", aseguró.
Fuente: Diario EL MUNDO
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