Javier Oms | Barcelona
- La organización blinda el homenaje y aleja cien metros a los ciudadanos
- Disminuyen los tradicionales abucheos a políticos e instituciones
- Montilla y los consellers evitan hacer declaraciones tras el acto
- El ministro Corbacho insta a 'reforzar Cataluña' dentro del Estado
La tradicional ofrenda a Rafael Casanova, uno de los actos centrales de la Diada de Cataluña y, sin duda, uno de los más simbólicos, se vive este año con una inusual tranquilidad en el ambiente.
Los responsables de la organización, en un intento de "dar mayor solemnidad al acto", han decidido ampliar en esta ocasión el cordón de seguridad. De esta manera, las decenas de ciudadanos que cada año asisten para aplaudir y, por lo general, a abuchear a los partidos e instituciones, se ven obligados a hacerlo a unos cien metros del monumento a Rafael Casanova ,-que este año no va acompañada por la bandera 'estelada'-, convirtiendo las sonoras pitadas del pasado en lejanos y tímidos abucheos.
La "reorganización" de la cita ha permitido que los partidos políticos y las instituciones, empezando por el 'president' José Montilla y pasando por los líderes del resto de formaciones del Parlament, -a excepción de PP y Ciutadans, quienes han preferido no acudir- hayan podido escuchar y entonar el himno de 'Els Segadors' sin los gritos que casi se habían convertido también en tradición.
La lejanía de los manifestantes, entre quienes se contaban independentistas, antitaurinos y llamativos opositores contra todo y contra todos -políticos, periodistas o ley de violencia de género-, ha sido bien acogida, en general, por los asistentes.
Así, el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, cree que "así se está más cómodo, sin los típicos abucheos que incomodaban a quienes venimos al homenaje".
En la misma línea se han manifestado los representanes del RCD Espanyol, entidad tradicionalmente objetivo de los insultos de los más radicales. "Nos alegramos de que hayan alejado a los profesionales del insulto", ha señalado Joan Collet.
El presidente de CiU, Artur Mas, en cambio, ha admitido que prefería más el anterior formato porque ofrecía "mucha más libertad" a la gente para manifestar sus opiniones. Según el líder de la oposición, el blindaje de este año anula la participación, ya que antes "había mucha más libertad en este sentido. Este año todo queda mucho más restringido", informa Belén Parra.
Silencio del 'president' y los consellers
La delegación encabezada por Montilla, acompañado por los consellers de la Generalitat, ha evitado hacer cualquier tipo de declaración tras realizar la ofrenda a primera hora de la mañana.
Quien sí se ha dirigido a los medios de comunicación ha sido el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien ha aprovechado para apoyar el discurso institucional pronunciado la víspera de la Diada por Montilla y en el que se abogaba por reconstruir las "relaciones entre Cataluña y España". En palabras de Corbacho, se debe apostar por "fortalecer" a Cataluña dentro de España.
El titular de Trabajo no ha desaprovechado para criticar a aquellos que apuestan por "desenchufar" a Cataluña del Estado.
Fuente: Diario EL MUNDO
No hay comentarios:
Publicar un comentario