Maribel Casado.
MADRID- Perdida la batalla en el Congreso, el próximo objetivo del principal partido de la oposición será ganar la guerra. Y no ha perdido el tiempo. El Grupo Parlamentario Popular en el Senado presentó una moción contra el IVA, similar a la rechazada el martes en el Congreso, que será votada en el próximo Pleno de la Cámara Alta. Lo novedoso de la noticia es que, en este caso, podría tener éxito.
Y esto es posible gracias a que la composición del Senado difiere de la del Congreso. Cierto es que el PP (123 escaños) no ha mantenido contactos con ningún grupo político, pero, de mantenerse las mismas votaciones del martes, su moción contaría con el respaldo de BNG (1), CiU (7), UPN (1), ICV (2) y ERC (4). Hablamos de 138 votos y, por tanto, mayoría absoluta. Frente a ellos, el PSOE (105 escaños) tan sólo lograría el apoyo de PSC (10), PNV (3), los socialistas de Baleares (1) y Navarra (1), CC (2) y otras formaciones (2). Si las matemáticas no fallan, el Ejecutivo perdería con 124 votos.
El PP alerta, por enésima vez, de los riesgos que implica subir el IVA ahora, cuando la política económica debería estar orientada a salir de la crisis.
«Cuidar» a los aliados
Así las cosas, el Gobierno tiene hasta la próxima semana para rendirse a las evidencias o intentar ganar nuevos adeptos, tarea que se antoja complicada. Eso sí, de cambiar el rumbo de las votaciones, el PP tampoco las tendría todas consigo, por lo que deberá «cuidar» a sus aliados.
La moción impulsada en el Senado por los populares exige la derogación de la subida del IVA prevista para este año y que se cambie el régimen de pago para que los autónomos y las pymes no tengan que pagar este impuesto por facturas que aún no hayan sido cobradas. Además, contempla la posibilidad de aplicar el tipo reducido del IVA en servicios de mano de obra como carpintería, fontanería, pintura... y un tipo superreducido del cuatro por ciento para las actividades turísticas.
El PP alerta, por enésima vez, de los riesgos que implica subir el IVA ahora, cuando la política económica debería estar orientada a salir de la crisis. El efecto, a su juicio, será el contrario: más economía sumergida, menos consumo y, por tanto, menor recaudación.
Fuente: Diario LA RAZÓN
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